Un estudio refleja que la cama dura no contribuye a aliviar el dolor de espalda. El dolor de espalda es una dolencia común convertida ya en un mal de nuestro tiempo. Ochenta de cada cien personas ha sufrido o sufre un este trastorno, que no distingue ni sexo ni edad. Hasta hace poco, la creencia popular indicaba que una cama dura contribuía a combatir tal padecimiento, e inclusive algunos traumátologos siguen recomendando su uso. La Fundación Kovacs y el Hospital Ramón y Cajal de Madrid acaban de realizar el primer estudio científico sobre el efecto de la firmeza del colchón en la evolución del dolor de espalda. Y los resultados son sorprendentes. ¿Cama blanda o cama dura? Ninguna de las dos. Lo mejor, dicen los expertos, es un colchón intermedio.