Tómate algo de tiempo para probar el colchón en la tienda antes de comprarlo. No basta con sentarse y palparlo, túmbate, prueba distintas posturas....busca el colchón que mejor se adapte a tú gusto, a tus características y a tus necesidades. Túmbate de espaldas y pasa una mano entre la zona lumbar y el colchón: si hay demasiada holgura el colchón puede ser demasiado rígido para tus características. Si la mano no pasa, el colchón es demasiado blando y el cuerpo se hunde en exceso. Si duermen juntos en una cama doble dos personas con pesos y costumbres muy distintas, es preferible optar por dos colchones unidos, cada uno adaptado a las condiciones del usuario.